Vejez: miradas no prejuiciosas
Un ambicioso estudio dirigido por la doctora Becca Levy de la Universidad de Yale presenta nuevas explicaciones a la cuestión de la longevidad (Journal of Personality an Social Psychology, 2002).
El objetivo fue investigar las consecuencias de los estereotipos negativos hacia la vejez en las personas mayores. Estudios anteriores habían demostrado que éstos eran vividos como una «amenaza» a la integridad personal (Wheeler & Petty, 2001), los cuales producían menor rendimiento a nivel de la memoria, en la capacidad para las matemáticas, en el sentimiento de autoeficacia y en toda una serie de retiros y descompromisos anticipados de roles laborales y sexuales.
La explicación de estos déficit se encuentra en que las personas, al suponer que su rendimiento no va a ser bueno, elaboran estrategias de evitación de un posible enfrentamiento que podría ser vivido como traumático o simplemente responden a profecías autocumplidas.
Avanzando aún más en las consecuencias de dichos estereotipos, B. Levy (2000) demostró que las personas de edad expuestas ante estereotipos subliminales negativos sobre la vejez aumentaban la respuesta cardiovascular.
Sobre la misma búsqueda, una nueva investigación, seguramente la más ambiciosa, buscó examinar la relación entre las autopercepciones negativas del envejecimiento y la longevidad. Este estudio longitudinal fue medido durante 23 años con 660 personas (338 hombres y 322 mujeres).
Se demostró que en las personas con mejores percepciones sobre la vejez había un incremento de 7,5 años promedio de vida, comparativamente superior que el dejar de fumar o hacer ejercicios, que se considera que aportan entre 1 y 3 años más de vida. O también demuestran que tiene mayor incidencia que los niveles de colesterol o de presión en la sangre.
Nuestra sociedad aún no ha asumido la importancia que tiene el modificar los prejuicios y estereotipos que afectan la calidad de vida y recortan la cantidad de años de los adultos mayores.
Estos resultados nos indican la necesidad de pensar políticas efectivas que evalúen la salud desde un punto de vista integral ya que, como nos muestra este estudio, existen otros recursos que posibilitan este bien evidentemente tan deseado que es la longevidad.